¿El estrés engorda?
- Lízbeth Ramírez
- 12 abr 2018
- 4 Min. de lectura
El cortisol es una hormona necesaria para levantarnos por las mañanas, en situaciones de emergencia o para hacer frente a los peligros.
Pero cuando hay un aumento en el cortisol, nos provoca ciertas reacciones como liberación de aminoácidos de los músculos, glucosa desde el hígado, y ácidos grasos en el torrente sanguíneo para que el cuerpo pueda tener mucha energía en poco tiempo.
La sobreproducción de hormonas del estrés lleva al cuerpo al catabolismo lo cual significa que destruye tejido, hay pérdida de músculo y hueso, depresión del sistema inmune e incluso la contracción del cerebro.
Entre más años tenemos más cortisol producimos, y junto con bajos niveles de DHEA, testosterona y el estrógeno, se acelera la pérdida de cartílago, de hueso y de tejido muscular.
Por lo tanto si todo el tiempo estamos estresados, estas hormonas están trabajando y trabajando y claramente se altera el metabolismo de nuestro cuerpo y por ende hay una elevación del nivel de azúcar en sangre, y se produce colesterol alto, presión arterial alta, y el aumento de niveles de grasa corporal debido a un aumento del apetito.
El estrés estimula el antojo por los dulces, por los alimentos ricos en calorías y los carbohidratos, y por los snacks salados.
La combinación de altos niveles de cortisol, bajos niveles de DHEA** y baja producción de la hormona del crecimiento hace que el cuerpo almacene grasa, pierda músculo y disminuya la tasa metabólica.
No hay dietas que funcionen si nuestros niveles de cortisol no son los adecuados.
El estrés te hace quemar menos calorías y el cortisol en realidad puede reducir la capacidad del cuerpo para liberar la grasa de sus reservas para obtener energía. Las hormonas del estrés causan un aumento en la grasa corporal en la región abdominal, exactamente donde no queremos.
El estrés y la ansiedad afecta al sistema digestivo, que actúa como un "pequeño cerebro", explican en la Clínica Universidad de Navarra.
"Cuando tenemos preocupaciones o en momentos de ira, estrés o ansiedad, por ejemplo, notamos que a nivel del estómago se paraliza el vaciamiento gástrico y se tienen nauseas y en el intestino grueso aumenta la motilidad y se manifiesta en forma las diarreas", explican especialistas en Digestivo de la Clínica Universidad de Navarra. En el intestino delgado se nota con más sensibilidad y se incrementa el dolor y la flatulencia.
Debido a esta íntima conexión, al aparato digestivo se le conoce también como "pequeño cerebro". "El aparato digestivo tiene un sistema propio de inervación que está formado por 500 millones de neuronas y es como la extensión del cerebro".
Reducir los estresantes que provocan esas situaciones es tan fundamental como cuidar la dieta "evitando alimentos flatulentos, grasas saturadas, comidas copiosas. También es bueno intentar reducir el tabaco y alcohol. Aconsejamos también hacer comidas frecuentes y de poca cantidad. Y, por supuesto, hacer ejercicio".
El estrés en la actualidad es uno de los peores enemigos para la salud y eso también nos afecta al momento de tratar de conservar un peso saludable o bajar ese peso extra que tenemos.
Algunos de los problemas que nos trae el estrés mal manejado son: problemas arteriales, deterioro de la memoria, sistema inmune débil, gastritis, ulceras, reflujo, etc.
Hoy existen herramientas para tratar de disminuir nuestro estrés de cada día, una opción bastante poderosa es la alimentación.
Otras opciones que son de gran ayuda junto con la alimentación son: ejercicio (caminar, hacer bicicleta, patinar), yoga, meditación, dormir de 7-8 horas diarias, ayuda psicológica cuando sentimos que se nos sale de las manos, etc. Pero sin duda la ALIMENTACIÓN es una herramienta que junto con un estilo de vida saludable nos dará resultados maravillosos.
Ejemplos de alimentos que podrían reducir los niveles de estrés:
1. Aguacate La mitad de un aguacate nos aporta más potasio que un plátano mediano, ayuda a bajar la presión arterial de forma natural, contiene vitaminas B, grasas mono insaturadas necesarias para la salud del cerebro y fibra.
2. Salmón Excelente por su aporte de ácidos grasos Omega 3 y su alto contenido de magnesio, el cual ayuda a la relajación, combate la inflamación y regula el azúcar en la sangre.
3. Naranjas La vitamina C en las naranjas reduce el cortisol y la presión arterial, lo que reduce las respuestas negativas al estrés. Además, de que ayuda a nuestro sistema inmunológico.
4. Espárragos Los espárragos aportan un alto contenido de ácido fólico, lo cual es beneficioso si sientes un poco ansiedad.
5. Chocolate obscuro
Reduce el cortisol, calma la ansiedad y libera reacciones químicas a nuestro cerebro, que nos hacen sentir mejor.
7. Almendras Las almendras son excelentes para aliviar el estrés, por su contenido en zinc, magnesio, vitamina B2 y E los cuales levanta nuestro estado de ánimo.
8. Espinaca Las espinacas también tienen un alto contenido de magnesio, que como hemos mencionado, ayuda a prevenir la ansiedad.
9. Pavo El pavo es rico en triptófano, el cual ayuda al cerebro a liberar la sensación de calma, gracias a que ayuda a la segregación de serotonina.
10. Avena La avena es rica en vitamina B, magnesio y fibra, ayuda a la buena salud de nuestro sistema nervioso y funciona como un sedante suave. Por eso se recomienda para reducir los síntomas de ansiedad.
Así que recuerda tratar de manejar de mejor forma tu estrés del día a día y de llevar una vida sana, incluyendo alimentos saludables.
**El DHEA: molécula que se forma en la glándula suprarrenal, es antagonista fisiológico de la hormona del estrés: Cortisol.

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